miércoles, 29 de abril de 2009

There is only one Ronaldo (2)


Por Halftown
Tras el varapalo mundialista, llegó el momento que marcaría la carrera del Fenómeno: el 21 de noviembre de 1999, su rodilla se rompió por primera vez. Empezaba así una tortura que no sólo le dejaría casi tres años en el dique seco, sino que se llevó para siempre al delantero explosivo, dejando a un Ronaldo con tendencia al sobrepeso, menos espectacular, propenso a las lesiones musculares, pero también más buenrrollista y sorprendentemente igual de resolutivo.

En el año 2000, el programa de ayuda al desarrollo de la Onu nombró al Fenómeno embajador de buena voluntad. Para las marcas comerciales, sin embargo, sin goles no había interés en Ronaldo. En una vuelta a los terrenos de juego sin precedentes, sin embargo, el nueve se enfundó la canarinha una vez más para llevar a Brasil a conquistar el Mundial que se les había escapado cuatro años antes.

Fue entonces cuando Florentino Pérez le añadió a la nómina de sus galácticos en el Real Madrid 2002-2003. Cinco años estuvo Ronaldo en la Castellana, donde si bien su registro goleador fue impecable -83 goles en 127 partidos-, no dejó una huella profunda, quizás eclipsado por el brillo de las estrellas que jugaban por detrás de él.

De su época madridista –camiseta made in Adidas incluida- quedan pocos recuerdos comerciales, quizás el más conocido el que firmó para la desaparecida marca BenQ Siemens. El Ronaldo del Madrid ya no era el ídolo de antaño, y Nike subrayó el ocaso del delantero en el spot-homenaje que le dedicó con motivo del Mundial 2006.

La marca mutante

Desde hace unos meses, Ronaldo ha vuelto a casa. Con apenas 32 años, mientras sus coetáneos apuran sus últimos años al máximo nivel europeo, el Fenómeno se lo toma con calma en el Corinthians, sintiéndose otra vez la estrella de la función. Las marcas globales, en cambio, han abandonado al jugador a su suerte. Sólo su más antiguo patrocinador, la cerveza Brahma, proclama orgullosa su largo noviazgo con el delantero.

Y sin embargo, en Nike siguen contando con Ronaldo como buque insignia: en un caso inédito en el deporte mundial, los niños ya no piensan en el nueve brasileño cuando les citan a Ronaldo, sino en un extremo portugués que parece imparable, como Ronie en el 96, cuando se pone la casaca roja del Manchester United. Los ingleses, que no entienden que un jugador pueda ser conocido por su nombre de pila (que se lo pregunten a Fábregas), se han ventilado alegremente el prefijo Cristiano, y de esta manera la marca Ronaldo ha sufrido una insólita mutación... o quizá directamente una usurpación del copyright.

Quizás por eso, los fans del Corinthians reaccionaron furiosamente a la pretenciosa camiseta roja del United que proclamaba There is only one Ronaldo. La demoledora respuesta del otro lado del Atlántico no tardó en llegar. Y es que Ronaldo podrá haber muchos, pero Fenómeno sólo hay uno.

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